Imagina que estás navegando por la red, inocentemente haciendo clic en enlaces, y de repente te encuentras en un sitio web completamente diferente al que esperabas visitar.
Esto podría ser obra de la técnica de ingeniería conocida como el Envenenamiento de Nombres de Dominio (o "DNS Poisoning", por sus siglas en inglés). En este sutil pero poderoso ataque, los ciberdelincuentes manipulan la base de datos del Sistema de Nombres de Dominio (DNS), redirigiendo tus solicitudes legítimas a destinos maliciosos.
¡Es como si alguien cambiara los letreros en un cruce de carreteras, llevándote por caminos oscuros sin que te des cuenta, y dejándote vulnerable a posibles amenazas en línea!
En el mundo de la ciberseguridad, el "DNS Poisoning", es como un camaleón digital, cambiando las direcciones que usamos para encontrar páginas web de confianza.
Los atacantes pueden aprovecharse de esta táctica para suplantar identidades y engañarnos, haciendo que nuestras conexiones terminen en lugares peligrosos.
Es un recordatorio de que, en el vasto paisaje de internet, incluso las señales de tráfico pueden ser falsificadas, llevándonos a destinos inesperados y potencialmente dañinos.
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